El 17 de octubre de 1270, Alfonso X El Sabio otorga la Carta Puebla a los vecinos de Maliayo y les autoriza a constituir una “villa”. Años más tarde este territorio pasa a llamarse Villaviciosa debido a la feracidad y riqueza de sus tierras.
Desde ese momento sus gentes han sabido mantener la guardia y rendir honor a su nombre con el paso de los siglos. En forma de paisaje, de edificios señoriales o de arquitectura medieval, ha llegado hasta nuestros días el testimonio de un territorio lleno de arte.