La Universidad de Oviedo era, probablemente, la entidad de mayor prestigio que existía en Asturias en los años anteriores a la Guerra Civil. Fundada en el último tercio del siglo XVI por el arzobispo de Sevilla e inquisidor general, Fernándo de Valdés, su actividad académica se inició en 1608, centrada en cuatro Facultades: Canones, Leyes, Artes y Teología.
Sus primeros años de vida no fueron fáciles, ya que a los problemas que supuso la erección del edificio universitario, que tuvo lugar entre 1574 y 1608, hubo que añadir las dificultades, que los herederos de Valdés pusieron de continuo para entorpecer la buena marcha de la universidad, siempre con la vista puesta en no invertir en el centro docente cuanto valdés había dispuesto en su testamento.