Desde mediados del siglo XIX se constata en Villaviciosa un importante aumento de la fabricación de sidra y la lenta transformación de los métodos para elaborarla, pudiendo afirmarse que no faltaba casería de cierta importancia que no tuviese llagar, situando al concejo a la cabeza de la producción sidrera regional. En la imagen, tomada a finales de siglo (hacia 1895) podemos ver el interior de uno de los muchos llagares con que contaba la Villa.