Las relaciones de la empresa Valle, Ballina y Fernández con las sociedades asturianas de la emigración fueron especialmente estrechas. Los representantes de la firma siempre atendieron gratuitamente las peticiones de sidra para algunas de las principales celebraciones, como la del 8 de septiembre, donando cajas de botellas de sidra champagne o toneles de sidra. Como muestra de agradecimiento, en el año 1932 la empresa recibió el título de Socio de Honor de la Sociedad de Naturales del Concejo de Villaviciosa. En la fotografía, representantes de Valle, Ballina y Fernández y de la Sociedad de emigrantes posa en el acto de entega del galardón, celebrado en La Habana.