Retrato del fotógrafo Arturo del Fresno, calificado por el estudioso de arte fotográfico Crabiffose como «el más ambicioso y exhaustivo cronista que tuvo Villaviciosa, recogiendo la vida de aquellos que se iban y de los volvían; el cotidiano discurrir y los acontecimientos que rompían la monotonía diaria: los festejos y las solemnidades religiosas, las visitas regias, las inauguraciones públicas». Además de fotógrafo, fue profesor de Dibujo en el Ateneo Obrero de la Villa durante 25 años (desde 1913 hasta la desaparición del centro durante la Guerra Civil).