En el contexto de una Geografía Política renovada en las últimas décadas, tras recuperarse el rechazo y las reticencias que mantuvieron a esta disciplina en un segundo plano como consecuencia del abuso ideológico que se hizo de sus contenidos en el periodo de entre guerras , y como parte de los temas que abarca en su formulación actual y más reciente, este artículo pretende ser una aportación a lo que podríamos llamar con toda propiedad una Geografía de la Administración, que tiene como objetivo estudiar las relaciones entre el territorio y las distintas Administraciones Públicas, a diferentes escalas.